📖 Ediciones Voz Católica

Más leído esta semana

 DIA 5

Por las almas de nuestros
hermanos separados

Misericordiosísimo Jesús, que eres la Bondad misma, no niegues la luz a aquellos que Te buscan. Recibe en el seno de Tu Corazón desbordante de piedad las almas de nuestros hermanos separados. Encamínalos, con la ayuda de Tu luz, a la unidad de la Iglesia, y no los dejes marchar del cobijo de Tu Compasivo Corazón, todo amor; haz que también ellos lleguen a glorificar la generosidad de tu misericordia.

Padre Eterno, vuelve Tu piadosa mirada hacia las almas de nuestros hermanos separados, especialmente hacia las almas de aquellos que han malgastado Tus bendiciones y abusado de Tus gracias, manteniéndose obstinadamente en el error. También a ellos da cobijo el Corazón misericordioso de Jesús; no mires sus errores, sino el amor de Tu Hijo y los dolores de la Pasión que sufrió y que aceptó por su bien. Haz que glorifiquen Tu gran Misericordia por los siglos de los siglos. Amen.

Coronilla de la Divina Misericordia

– Comenzar con un Padrenuestro, Ave María y Credo, y luego, con la ayuda de las cuentas de un rosario:

– Al inicio de cada decena decir:

“Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero.”

– En cada cuenta pequeña de las decenas decir:

“Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.”

– Al terminar las cinco decenas, repetir tres veces:

“Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero”.

Jaculatoria final: “Oh sangre y agua que brotasteis del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Vos confío”.

Se puede concluir la corona con el rezo de la Salve.

Seguir Leyendo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.