¡Tanto por lo que agradecer! – San Francisco de Sales

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Compartimos el texto de la Meditación 3ª de la Introducción a la vida devota de san Francisco de Sales, en la que el Santo nos invita a reflexionar sobre LOS BENEFICIOS RECIBIDOS DE DIOS.

PREPARACIÓN.

1. Ponte en la presencia de Dios.

2. Pídele que te ilumine.

CONSIDERACIONES.

1. Considera las gracias corporales que Dios te ha concedido: este cuerpo, estas facilidades para sustentarlo, esta salud, estas satisfacciones lícitas, estos amigos, estos auxilios. Mas considera esto, comparándote con tantas otras personas que valen más que tú, las cuales se ven privadas de estos beneficios: unas son contrahechas, otras mutiladas, otras carecen de salud; otras son objeto de oprobios, de desprecios y de deshonra; otras están abatidas por la pobreza; y Dios no ha querido que tú fueses tan desgraciada.

2. Considera los dones del espíritu: cuantas personas hay, en el mundo, imbéciles, furiosas, insensatas; ¿y por qué no eres tú una de tantas? Porque Dios te ha favorecido. ¡Cuántos han sido criados groseramente y’ en la mayor ignorancia, y la Providencia divina ha hecho que tú fueses educada con urbanidad y con decoro!

3. Considera las gracias espirituales: ¡Oh Filotea!, tú eres hija de la Iglesia; Dios te ha enseñado a conocerle, desde tu juventud. ¿Cuántas veces te ha dado sus sacramentos? ¿Cuántas veces te ha ayudado, con inspiraciones, luces interiores y reprensiones, para tu enmienda? ¿Cuántas veces te ha perdonado tus faltas?

¿Cuántas veces te ha librado de las ocasiones de perderte, a que te habías expuesto? Y estos años pasados ¿no te han ofrecido una oportunidad y una facilidad para avanzar en el bien de tu alma? Examina en sus pormenores, cuán suave y generoso ha sido Dios contigo.

 

AFECTOS Y RESOLUCIONES.

1. Admira la bondad de Dios.¡ Oh! ¡qué bueno es Dios para conmigo! ¡Qué bueno es! y tu Corazón, ¡oh Señor!, ¡cuán rico es en misericordia y cuán generoso en bondad! Cantemos eternamente, ¡oh alma!, la multitud de mercedes que nos ha otorgado.

2. Admira tu ingratitud. Mas, ¿quién soy yo, ¡oh Señor!, para que hayas pensado en mí? ¡Oh, cuán grande es mi indignidad! ¡Ah! yo he pisoteado tus beneficios, he deshonrado tus gracias, convirtiéndolas en objeto de abuso y de menosprecio de tu soberana bondad; he opuesto el abismo de mi ingratitud al abismo de tu gracia y de tu favor.

3. Anímate a agradecimiento. Arriba, pues ¡oh corazón mío! ; no quieras ser infiel, ingrato y desleal con este gran bienhechor. Y ¿cómo mi alma no estará, de hoy en adelante, sometida a Dios, que ha obrado, en mí y para mí, tantas gracias y tantas maravillas?

4. ¡ Ah, por lo tanto, oh Filotea!, aparta tu corazón de tales y tales placeres; procura tenerlo sujeto al servicio de Dios, que tanto ha hecho por ti; dedica tu alma a conocerle y reconocerle más y más, practicando los ejercicios que para ello se requieren, y emplea cuidadosamente los auxilios que, para salvarte y amar a Dios, posee la Iglesia. Sí, frecuentaré la oración, los sacramentos; escucharé la divina palabra y pondré en práctica las inspiraciones y los consejos.

CONCLUSIÓN.

1. Da gracias a Dios por el conocimiento que te ha dado de tus deberes y por todos los beneficios que hasta ahora has recibido.

2. Ofrécele tu corazón con todas tus resoluciones.

3. Pídele que te dé fuerzas, para practicarlas fielmente, por los méritos de la muerte de su Hijo:

implora la intercesión de la Virgen y de los santos.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

 

San Francisco de Sales, “Introducción a la vida devota”

(Primera parte, cap.XI)

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Comentarios 4

  1. Carmen dice:

    Simplemente maravilloso y reflexivo, me tocó el alma profundamente y se me cayeron las lágrimas, mil gracias

  2. Wilson Burga Lanfranchi dice:

    Que bonita reflexión de San Francisco de Sales, me cuestionó mucho y me motiva a corregirme. Gracias Vos. Católica 🙏

  3. Laura Tafoya Martínez dice:

    Por toda tu bondad en todo lo que creaste, gracias mi Señor, y perdón por mis faltas. Creo Señor pero aumenta mi fe. Quiero caminar contigo Señor, quiero luchar para alcanzar la santidad, no permitas que ahora que te he encontrado me separe de ti, sin ti Señor me perdería. Mi mayor tesoro Señor eres tú, ayúdame a darte gloria en todo.
    Gracias por sus enseñanzas. Dios los bendiga.

  4. María Vilca Figueredo dice:

    Te doy SEÑOR, infinitas gracias por todo lo que me das. Eres un Dios lleno de bondad y misericordia.
    Te ofrezco mi corazón para adorarte, un corazón que sea cómo el tuyo SEÑOR.
    Dios mio dame fuerzas para seguir adelante y ilumina mi mente para seguir creciendo espiritualmente, Señor.
    También, le imploro a Nuestra Madre Santísima que interseda por mi.
    Gracias por sus enseñanzas Voz Católica.
    Bendiciones 🇵🇪

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