Celebramos hoy la Fiesta de María Madre de Dios.
Los Testigos de Jehová que van engañando a los ingenuos que les escuchan les dicen: «¿Cómo María va a ser Madre de Dios si Dios es antes que María? Dios es eterno y María no. ¿Puede un hijo ser anterior a su madre? Con falacias como ésta quitan la fe a muchos católicos.
Cuando sabes la solución, no te influyen; pero muchos no saben qué responder y su fe se tambalea.
María es MADRE DE DIOS porque es madre de Jesús, y si Jesús es Dios, Ella es Madre de Dios.
Como si a uno le hacen alcalde: su madre es madre del alcalde. Ella no le dio la alcaldía, pero como él es alcalde y ella es su madre, con todo derecho es madre del alcalde.
María no le da la divinidad, pero como lo que nace de Ella es Dios, con todo derecho se la puede llamar MADRE DE DIOS.
Al ser madre de Dios, Es la joya de la humanidad, la perla de la creación, pues Dios la proyectó para ser su Madre.
Pío XII la llamó sol de la Iglesia, lo mismo que la madre es el sol de la familia; pues la madre calienta con su amor, la ilumina con su luz orientándola a la unión y la paz, y en su ocaso se oculta para que brillen otras estrellas: sus hijos.
Y Juan Pablo II la presenta como modelo de fe. Por eso Isabel la llama bienaventurada, porque creyó. Al revés que Zacarías. Las dos respuestas son similares. Pero María no dudó del hecho. Preguntó sobre el modo, aclara San Agustín.