La semana pasada tuvimos unos días muy especiales, con una gracia que no habíamos tenido la experiencia de vivirla en nuestra misión en todos estos años que estamos aquí en Tanzania. Se trata de la ordenación sacerdotal y primeras misas de dos nuevos sacerdotes oriundos de la parroquia de Kangeme, dos jóvenes religiosos que pertenecen a la Congregación de San Vicente de Paul. Por lo tanto, una gracia del todo especial, pues esta parroquia tiene cinco años de vida, y nunca habían salido sacerdotes de esta zona, es la primera vez en la historia.
La ordenación de los Padres Leonard Katyentye y Yohane Namgogo tuvo lugar en una parroquia de la diócesis de Kahama. Se ordenaron junto a otros dos neosacerdotes, que pertenecen a la diócesis. Es costumbre que se designe alguna parroquia para las ordenaciones, y en esta ocasión fue la parroquia de Maganzo. Esta parroquia nos queda bastante lejos, así que el día de las ordenaciones, el 8 de agosto, debimos salir temprano, y suspender las misas del día de la parroquia. Entre la ida y la vuelta utilizamos aproximadamente ocho horas de viaje, y la misa en sí misma duró casi cuatro horas. Y digo así porque luego de la misa comienzan con los regalos y cantos, y eso llevó otro buen tiempo. Pero a nosotros, por pertenecer a una de las parroquias más lejanas, nos tienen misericordia y nos dan la comida antes, para que podamos comenzar el regreso.
Como es costumbre, luego de las ordenaciones, siguieron las primeras misas. Aquí en Kangeme se hizo una gran fiesta el domingo siguiente, 11 de agosto. Vinieron varios sacerdotes de la Congregación de los Vicentinos, junto a un buen número de seminaristas y hermanos del mismo Instituto. Nuestros feligreses estaban felices, y se venían preparando hace varios meses. Se hizo una fiesta para más de 500 personas, y cada grupo, y cada aldea, debían dar regalos. La misa debimos hacerla afuera de la iglesia, porque iba a participar una gran cantidad de gente. Predicó la misa el padre formador del seminario de los Vicentinos, y también estuvo presente el Padre Provincial de Tanzania.
En los dos días siguientes tuvieron lugar las primeras misas, en la casa de los nuevos sacerdotes. Esto es una costumbre aquí, así que por más que uno de ellos es de esta misma aldea donde se encuentra la iglesia parroquial, también se celebró primera misa en su casa. El neosacerdote Yohane es de la aldea de Namba Tisa, y el neosacerdote Leonard es de esta población de Kangeme. El lunes 12 y martes 13 se realizaron sendas misas de agradecimiento. La característica general es que la misa comienza tarde, y todos los festejos se extienden mínimo hasta la seis de la tarde. Las misas estaban anunciadas a las 10:00 am, y comenzamos 11:30 am el lunes, y el martes casi a las 12:00 del mediodía. Luego de la misa, con las palabras de agradecimiento de cada uno de los neosacerdotes, también tiene lugar el festejo, y los regalos. Todo eso rodeado de gran alegría, mucha música y bailes, y mucho jolgorio. En fin, que luego de tres días seguidos de estos festejos, casi quedo de cama. Creo que nunca había festejado tanto… bueno, puede ser solamente superado por la octava de Pascua en el seminario, la famosa Pascueta.
Pasando a otro tema: Voluntarias. Tenemos con nosotros a dos voluntarias de España, Marta y Silvia. Ya llevan tres semanas aquí en Ushetu. Están ayudando por las mañanas en la escuela primaria nueva, la de Kangeme, “Nuestra Señora de Luján”; y por las tardes ayudan en la casa de misericordia de Ushetu, con los niños y jóvenes discapacitados. Además de que siempre están dispuestas a ayudar a las hermanas en lo que haga falta. Las actividades en la casa de misericordia son increíbles, y nuestros internos están felices… o mejor dicho, más felices que de costumbre. En las fotos podrán ver la felicidad de los rostros, de todos: niños y voluntarias. ¡Mil gracias a ambas por estos hermosos detalles con nuestros chicos discapacitados!
Ahora les cuento un poco del hermano Petro, antes de despedirme. Para los que no saben, Petro ha sido uno de los hermanos que tuvieron un accidente grande en moto el día 1 de mayo, y al que debieron amputarle la pierna derecha. Gracias a Dios va mejorando, pero lamentablemente, la herida que estaba ya cerrada, se abrió y comenzó otra vez a supurar. Debieron ingresarlo otra vez en el hospital Bugando de Mwanza, y hacerle una nueva operación para limpiar adentro de la pierna. Después de la intevención estuvo casi diez días internado. Hace dos días regresó a la casa de la diócesis, en Kawekamo, donde el obispo lo ha recibido con mucha caridad. Hace casi dos meses que el hermano Petro y el hermano que lo cuida, están alojados allí. Debemos seguir rezando, pues esta operación ya es la quinta que le realizan en la pierna. Hay que hacer todo lo posible para salvar la parte de fémur que le queda, para que pueda llegar a usar pierna ortopédica en un futuro. Estamos poniendo los medios para ver si podemos llevarlo a alguna otra parte, para que tenga mejor atención médica.
Les pedimos que sigan rezando por esta intención. Gracias a Dios, Petro está muy bien de ánimo, es un gran ejemplo, siempre alegre y ofreciendo toda esta cruz por la Congregación y por las vocaciones de Tanzania.
Me quedaría contarles un poco de alguna cosa no muy agradable, de costumbres y brujerías, de las que he sido testigo en estos días, pero por un lado la crónica ya tiene la extensión suficiente, y por otro lado el asunto no concuerda con todo lo demás que les he contado anteriormente. Prefiero dejarlo para otra ocasión, y si es que se puede, pues escribir de esas cosas no es fácil, para que se entienda bien, y tampoco son temas que les agrade mucho a los lectores. Sin embargo es parte de nuestra vida misionera, y contar de esas cosas ayudan a que comprendan mejor nuestros desafíos y dificultades. Será para otra oportunidad, entonces.
Dios los bendiga, y ¡firmes en la brecha!
P. Diego Cano, IVE
Comentarios 1
Felicitaciones a los padres Leonardo y Yohane, muchas bendiciones, oraciones y acción de gracias a Dios por esta ordenación. Gracias por aceptar la propuesta de Dios, que es la mejor propuesta que pudieron tener en sus vidas.
Un abrazo grande y mis constantes oraciones por ustedes
Marta