El mosaico eucarístico del Gólgota
Este extraordinario mosaico que vemos en esta foto nos permite hablar de uno de los edificios litúrgicos característicos del África del norte: las capillas de los mártires.
En muchas regiones de Túnez se han encontrado ruinas de iglesias que además del altar principal destinado a la celebración eucarística y un altar opuesto en un segundo ábside destinado al culto de los difuntos o de los mártires, poseen una tercera categoría de edificio ligada también y en modo único al culto de los mártires: este es un monumento conmemorativo que comportaba un depósito de reliquias pero sobre todo constaba con inscripciones recordando a los fieles el nombre y el aniversario de los santos mártires.
El caso de este mosaico, encontrado en la zona arqueológica de Younga, en el sur de Túnez, es particular puesto que pertenece a una capilla de los mártires que era independiente de la iglesia misma y estaba situada frente a ella. Esta capilla era muy importante puesto que estaba destinada no solo al culto de los mártires y a la celebración de sus aniversarios (ábside con banco presbiteral, altar por encima de la cripta de la misma capilla) sino también a la peregrinación de los fieles.
Expliquemos ahora este mosaico: “En el sitio arqueológico de Iunca, cerca de Maharés, a 45 km al sur de Sfax sobre la costa tunecina, fueron encontradas dos grandes basílicas cristianas durante las excavaciones realizadas desde 1935 hasta 1952. La primera de estas basílicas tiene 5 naves y se caracteriza por la presencia del “martyrium” (capilla de los mártires) con cripta y ábside, simétricamente opuesta al ábside principal y separada de la basílica por dos corredores”[1].
El pasillo que daba acceso a la sala de las reliquias estaba adornado con un mosaico que representa el misterio del Gólgota.
Mirando y contemplando los detalles del mosaico encontramos representada la historia de la salvación: una colina, lugar del Sacrificio de la Cruz en relación con el santo Sacrificio del altar (la Misa) representado por el ciborium (bóveda con cuatro columnas que protege el altar) que cubre el Gólgota ; cuatro ríos del jardín del Edén, entre ellos el Tigris y el Eufrates representando el nuevo paraíso abierto por el Sacrificio de la Cruz, que se actualiza en cada santa Misa. Los ciervos representant los fieles que beben de las aguas del nuevo paraíso inaugurado por el Sacrificio de Cristo. En el fondo se distinguen dos casas que tradicionalmente acompañan los mosaicos que hacen referencia a Cristo : Nazareth y Belén.
He aquí representado el misterio de la Eucaristía, Sacrificio de Cristo, fuente de vida eterna para los cristianos.
Viendo este mosaico podemos meditar aquellas palabras de nuestro fundador al final de un sermón suyo sobre el Sacrificio de Cristo : « Nunca debemos perder de vista esta realidad. Para esto debemos esforzarnos en estudiar filosofía y teología. Para defender «el misterio de la fe». Para saber qué inmolamos y qué oblamos. ¿Podremos sentirnos frustrados si sabemos que perpetuamos el sacrificio de la cruz y que cada día lo ofrecemos? ¿Nuestra vida… será triste, opaca, sin fuego, si nos dejamos incendiar con el fuego del altar?… ¿Qué más nos hace falta? Si anunciamos su muerte, ¿acaso no lo tenemos todo? »[2].
Arqueología y fe sobre el misterio del Pan de Vida en el África cristiana y pre-musulmana (Cartago). Cap II
[1] Cf. Feuille, G, Rev. Tun. 1949, p. 21 sqq.; Cahiers arch. III, 1948, p. 75 sqq.; IV, 1949, p. 131, sqq. En una reciente visita hecha al lugar hemos constatado lamentablemente que las basílicas encontradas han sido completamente destruidas para dar lugar a una gran plantación de olivos.
[2] Cf. Buela, Carlos, Único sacrificio de Cristo