cuando se conoce el reino de los cielos sobre todo en su forma más clara, no siempre las almas se alegran. Motivos hay para alegrarse,
Cuando el libro de la historia esté completo hasta la última palabra en lo temporal, la línea más triste de todas será la siguiente: «No había sitio para ellos».
Finalmente, José y María descendieron de la colina, se dirigieron a una cueva que servía de establo, adonde a veces los pastores llevaban sus rebaños en tiempo tempestuoso, y allí buscaron su cobijo. Allí, en un sitio de paz, en el abandono solitario de una cueva barrida por el frío viento; allí, debajo del suelo del mundo, aquel que nació sin madre en el cielo nacerá sin padre en la tierra.
Teniendo una buena preparación para recibir ferviente y dignamente a nuestro Señor Jesucristo en la Sagrada Comunión Nuestra alma es como un jardín, que debemos
Contemplemos la Esperanza de María De la fe nace la esperanza. Para esto Dios nos ilumina con la fe para el conocimiento de su bondad
Reflexión para los adoradores de Jesucristo Sacramentado Cuando vamos a adoración y nos arrodillamos frente a la custodia, bien podría decirnos Nuestro Señor como a
“La alegría; todos queremos ser felices” Extracto del capítulo diez del libro “Humanismo Social” escrito por el Padre Hurtado. Hay algo que todos queremos unánimemente