Novena de la Divina Misericordia [Día 2]
Intención: Por las almas de los sacerdotes y religiosos
Misericordiosísimo Jesús, de quien procede toda bondad, multiplica Tus gracias sobre las religiosas consagradas a Tu servicio, para que puedan hacer obras dignas de misericordia; y que todos aquellos que la vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el cielo.
Padre Eterno, vuelve Tu mirada misericordiosa hacia el grupo elegido de Tu viña (hacia las almas de sacerdotes y religiosos); dótalos con la fortaleza de Tus bendiciones. Por el amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están unidos, impárteles Tu poder y Tu luz, para que guíen a otros en el camino de la salvación y con una sola voz canten alabanzas a tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Coronilla de la Divina Misericordia
– Comenzar con un Padrenuestro, Ave María y Credo, y luego, con la ayuda de las cuentas de un rosario:
– Al inicio de cada decena decir:
«Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en expiación de nuestros pecados y los del mundo entero.»
– En cada cuenta pequeña de las decenas decir:
«Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.»
– Al terminar las cinco decenas, repetir tres veces:
«Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, Ten misericordia de nosotros y del mundo entero».
Jaculatoria final: «Oh sangre y agua que brotasteis del Corazón de Jesús como una fuente de misericordia para nosotros, en Vos confío».
Se puede concluir la corona con el rezo de la Salve.
¡Ave María y adelante!