San juan Pablo II llama a los artistas “geniales constructores de belleza”, para recordarles su dignidad y la responsabilidad que tienen con su trabajo y la sociedad. Les advierte en varias ocasiones de alejarse del ateísmo que deconstruye la cultura y las artes. Por eso los invita al dialogo. Lamentablemente el mundo del arte, no en su totalidad, sino aquel fundado en el ateísmo constructivo de la sociedad radicalmente laica, aquel que poco a poco se alieno, se apartó rabiosamente no solo de la Iglesia, sino de cualquier tipo de trascendencia y de la misma sociedad humana y sus individuos. Por el contrario, los artistas, dice el papa magno son aquellos capaces de “intuir” el pathos con el que Dios contempla su creación. Así, son capaces de encarnarlo en sus obras y compartirlo con la sociedad para construirla y conducirla a la Verdad, el Bien y la Belleza.
P Rodrigo Miranda, IVE
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