Tratado VerdaderaDevoción a la Virgen Santisima – San Luis Maria
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“Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen” de San Luis María Grignion de Montfort es una obra clásica de espiritualidad mariana, escrita en el siglo XVIII. En este tratado, el autor presenta y promueve una devoción profunda y sincera a la Virgen María como un camino privilegiado para acercarse a Jesucristo.
San Luis María Grignion de Montfort desarrolla su tratado en varias partes fundamentales:
- Importancia de la Devoción a la Virgen María:
- Expone que la devoción a María es esencial para una vida cristiana auténtica. Montfort argumenta que María, como Madre de Dios y Madre nuestra, tiene un papel singular en el plan de salvación y en la vida espiritual de los fieles.
- Concepto de Verdadera Devoción:
- Distingue entre devociones falsas y verdaderas a la Virgen. La verdadera devoción, según Montfort, es interior, tierna, santa, constante y desinteresada. Esta devoción debe llevar a una unión más profunda con Cristo.
- Prácticas de la Verdadera Devoción:
- Montfort describe varias prácticas externas de devoción a María, como la recitación del Rosario, el uso del Escapulario y la consagración a Jesús por medio de María. Sin embargo, enfatiza que estas prácticas deben ser un reflejo de una devoción interior sincera.
- Consagración a Jesús por medio de María:
- La obra culmina en la propuesta de la consagración total a Jesús por medio de María, un acto de entrega personal y total a Cristo a través de su Madre. Montfort ofrece un método detallado de preparación para esta consagración, que incluye oraciones y reflexiones específicas.
- Frutos y Beneficios de la Verdadera Devoción:
- El autor describe los beneficios espirituales de esta devoción, como una mayor pureza de intención, una vida más santa, una relación más íntima con Jesús y una protección especial de María.
El tratado ha tenido una influencia profunda en la espiritualidad católica y ha sido recomendado por varios papas. Su mensaje central es que la devoción a María, cuando es auténtica y bien entendida, conduce inevitablemente a una relación más profunda con Jesús y a una vida cristiana más plena.