El versículo 16,8 se ha presentado siempre como un pasaje oscuro y difícil para los comentadores del cuarto evangelio. Advertía ya San Agustín: “Todo esto
En la solemnidad de San Juan, apóstol y evangelista, queremos ofrecer, en su honor, un pequeño ensayo amateur sobre un episodio de su evangelio, el
En el momento actual de la vida de la Iglesia, la cuestión del Primado de Pedro y de sus Sucesores presenta una singular importancia, incluso ecuménica.
San Juan Pablo II invitó , de modo particular en la encíclica Ut unum sint, a «encontrar una forma de ejercicio del Primado que, sin renunciar de ningún modo a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva» [1].