Al mostrarnos su Corazón, Jesús nos muestra lo que ha asumido de nuestra realidad: tiene sentimientos humanos, un querer humano y un entender humano; sabe lo que es amar, lo que es peregrinar, lo que es ver las cosas con ojos humanos. Sabe, sobre todo, lo que es sufrir. Ha experimentado nuestras limitaciones, nuestras dificultades y nuestros dolores