Compartimos el texto de la Meditación 5ª de la Introducción a la vida devota de san Francisco de Sales, en la que el Santo nos
Supliquemos a la Virgen gloriosa, que tan alegre y regocijada está el día de hoy que nos alcance la gracia, diciéndole: Ave Maria.
Buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Estas palabras son las que un ángel, enviado por Dios a dar testimonio de la resurrección de Cristo, dirigió a unas mujeres que habían ido al sepulcro a buscar al Salvador difunto. Y quiso decirles que no buscasen entre los muertos, al que ya vivía para siempre, pues había resucitado.
la tarde del 5 de julio de 1902, agonizaba en un hospital de la ciudad de Nettuno una jovencita llamada María Goretti. Su agonía había