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Mientras no tengamos un amor apasionado a Jesús sacramentado, nada habremos hecho.
¡Nuestro señor Jesucristo, en la Eucaristía, nos ama con pasión, ciegamente, sin pensar en sí mismo y sacrificándose enteramente por nosotros: justo es que correspondamos! “¿Cómo responderé a tanto amor?”

He aquí cómo se engendra el amor en el corazón. No se ama mucho sino lo que se conoce bien. Quien se atiene exclusivamente al estricto cumplimiento de su deber, no ama. ¡Ah!, en el día del juicio no serán nuestros pecados los que nos causarán mayor espanto ni lo que más se nos echará en cara, porque los pecados se nos habrán perdonado para no recordarlos más, ¡sino que nuestro señor Jesucristo nos echará en cara el no haber correspondido a su amor!

 

¡Me has amado menos que las criaturas! –nos dirá–. ¡No has cifrado en mí tu felicidad! ¡Me has amado bastante para no ofenderme mortalmente, pero no lo suficiente para vivir de mí!
¿Por qué no me habéis amado en el santísimo Sacramento, donde estuve de continuo con vosotros?

Cuando Jesucristo en el santísimo Sacramento sea vuestro pensamiento habitual, cuando vuestra felicidad consista en ir a sus pies y cuando vuestro deseo permanente sea complacerle tendréis la pasión de la Eucaristía.

Se le ocurrirá decir a alguno “Esto es una exageración”. En efecto, ¡el amor no es más que una exageración! Exagerar es ir más allá de lo que la ley exige, y por lo mismo el amor debe exagerar. El amor que Jesucristo nos demuestra quedándose con nosotros sin honores y sin servidumbre, ¿no es también exagerado?…

San Pedro Julian Eymard,
Obras Eucaristicas.

Himno a Jesús Sacramentado por Santo Tomás de Aquino

Adoro te devote

Te adoro con devoción, Dios escondido, oculto verdaderamente bajo estas apariencias. A Ti se somete mi corazón por completo, y se rinde totalmente al contemplarte. Al juzgar de Ti, se equivocan la vista, el tacto, el gusto; pero basta el oído para creer con firmeza; creo todo lo que ha dicho el Hijo de Dios: nada es más verdadero que esta palabra de verdad. En la Cruz se escondía sólo la Divinidad, pero aquí se esconde también la Humanidad; creo y confieso ambas cosas, y pido lo que pidió aquel ladrón arrepentido. No veo las llagas como las vio Tomas pero confieso que eres mi Dios: haz que yo crea más y más en Ti, que en Ti esperé y que te ame. ¡Oh memorial de la muerte del Señor! Pan vivo que das vida al hombre: concede a mi alma que de Ti viva y que siempre saboree tu dulzura. Señor Jesús, bondadoso Pelícano, límpiame a mí,inmundo, con tu Sangre, de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero. Jesús, a quien ahora veo oculto, te ruego que se cumpla lo que tanto ansío: que al mirar tu rostro cara a cara, sea yo feliz viendo tu gloria. Amén.

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Comentarios 3

  1. Diana Peregrina dice:

    Amén asi sea

  2. Yuli dice:

    😍😍😍
    Jesús sin ti nada soy …
    Jesús yo sí quiero escuchar tu voz diciendo
    ” Pasa sierva buena y fiel”…
    No me importa las ganacias, hago lo que creo te agrada para poder alcanzar el cielo y poder un día ver tan bello rostro y vivir solo de tu gozo y cantando salmos en los angelicales coros. Amén 🙏💙🙏💙🙏
    Yuli 😇

  3. Leonardo dice:

    Oh Jesús mío enseñame a amar, como a ti te amaba LA VIRGEN MARÍA..

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