«Ahora he entendido que no debo mirar a Gaudí, sino mirar hacia donde él miraba» (palabras de Etsuro Sotoo, escultor japonés que continuó el trabajo de Gaudí en la fachada del Nacimiento de la Basílica de la Sagrada Familia).
Para comprender la cosmovisión de una mente brillante es necesario ver más allá de los simples hechos, tratar de comprender los motivos que lo empujaban, la finalidad que perseguía… Es innegable que Antoni Gaudí fue y sigue siendo un caso único en la historia de la arquitectura. El objetivo de la presentación es el de buscar comprender cuáles eran sus motivaciones profundas, es decir, entender qué lo convierte en lo que fue, un apasionado arquitecto, capaz de cosas grandiosas. Y a nivel arquitectónico ¿en qué consistió su “genialidad”, siempre actual y novedosa?
Nació en San Rafael, Mendoza, el 27 de septiembre de 1988.
Realizó su educación primaria y secundaria en el Colegio Isabel la católica. En el año 2007 inició sus estudios universitarios en la Universidad de Mendoza, cursando la carrera de “Arquitectura y Urbanismo”, estudios que finalizó en abril del año 2013. En el año 2014 realizó un postgrado de “Arte y Arquitectura Sagrada” en la universidad Regina Apostolorum, de Roma.
En febrero del año 2015 ingresó en el Instituto “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”, de la Familia religiosa del Verbo Encarnado. Desde febrero del año 2021 reside en el Monasterio San Pablo, en la ciudad de Tuscania, en Italia.
Nació en San Miguel de Tucumán, el 11 de octubre de 1995.
Con 6 años se trasladó a la ciudad de San Rafael, donde cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Isabel la católica. En el año 2014 inició sus estudios universitarios en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo, cursando la carrera de “Arquitectura y Urbanismo”, estudios que finalizó en febrero del año 2020. Trabajó como miembro del staff de arquitectos del estudio Juárez Dámbola, en la ciudad de Mendoza.
En agosto del año 2020 ingresó en el Monasterio Santa Teresa de los Andes, en el Instituto “Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará”, de la Familia religiosa del Verbo Encarnado. Desde octubre del año 2021 reside en el Monasterio San Pablo, en la ciudad de Tuscania, en Italia.
