Quinto método para rezar con fruto el Santo Rosario

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150 motivos que nos animan a rezar el Rosario[1]

Credo: Definición y esencia del Santo Rosario.

 

1er. Padrenuestro: Distinción del Rosario.

1a. Avemaría: Rosario Cotidiano. 2a. Avemaría: Rosario Ordinario. 3a. Avemaría: Rosario Perpetuo.

 

2°. Padrenuestro: La excelencia del Rosario se manifiesta en las figuras del Antiguo Testamento y en las parábolas del Nuevo.

1a. Avemaría: Su poder contra el mundo, en la figura de la piedrecita que sin intervención humana golpeó la estatua de Nabucodonosor y la despedazó.

2a. Avemaría: Su eficacia contra el demonio, en la figura de la honda con la que David venció a Goliat.

3a. Avemaría: Su fuerza contra toda clase de enemigos de la salvación, en la torre de David, donde había millares de armas ofensivas y defensivas.

4a. Avemaría: Sus prodigios prefigurados en la vara de Moisés que hizo brotar agua de la roca, dulcificó las aguas, dividió los mares e hizo muchos otros prodigios.

5a. Avemaría: Su santidad, en el arca de la alianza que contenía la ley, el maná y la vara, y en el  salterio de David, prefiguración del Rosario.

6a Avemaría: Su fulgor, en la columna de fuego que durante la noche y en la nube brillante que durante el día conducían a los israelitas.

7a. Avemaría: Su dulzura, en la miel que encontraron en la boca del león.

8a. Avemaría: Su fecundidad, en la red que San Pedro echó al mar por orden del Señor y que no se rompió a pesar de haber recogido 153 peces.

9a. Avemaría: Sus frutos maravillosos, en la parábola del grano de mostaza, que, aunque pequeño en apariencia, se convierte en árbol en el que las aves del cielo colocan sus nidos.

10a. Avemaría: Sus riquezas, en las parábolas del tesoro escondido en el campo y que un hombre sabio debe comprar con cuanto posee.

 

3er. Padrenuestro: Es un don venido del cielo: “Todo regalo es óptimo”; es un obsequio grande que Dios hace a sus mayores servidores: “todo regalo es perfecto”.

1a. Avemaría: Dios es el autor de las plegarías que lo componen y de los misterios que contiene.

2a. Avemaría: La Santísima Virgen ha instituido la  forma de rezar el Santo Rosario.

3a. Avemaría: Santo Domingo predicaba y a pesar de ser santo, no lograba convertir casi a ningún pecador.

4a. Avemaría: Muchos santos Obispos lo acompañaban en sus misiones, pero sus esfuerzos quedaban infructuosos.

5a. Avemaría: Después de muchas plegarias y penitencias obtuvo en el bosque de Tolosa el don del Rosario.

6a. Avemaría: Entra en Tolosa, predica el Rosario y consigue grandes portentos y bendiciones.

7a. Avemaría: Continuó toda su vida predicando el Rosario con frutos inesperados.

8a. Avemaría: Los efectos maravillosos que producía el Santo Rosario en los lugares donde era predicado.

9a. Avemaría: La decadencia del Santo Rosario.

10a. Avemaría: Su restauración gracias al Beato Alano de la Rupe.

 

4°. Padrenuestro: El Rosario es la triple corona que colocamos en la cabeza de Jesús y de María y con la que es coronado quien lo recita todos los días.

1a. Avemaría: Hay tres clases de coronas de la Santísima Virgen.

2a. Avemaría: El Rosario Cotidiano es la corona mayor.

3a. Avemaría: Los réprobos se coronan de rosas ya marchitas.

4a. Avemaría : Los predestinados ofrecen a Jesús y María coronas de rosas eternas.

5a. Avemaría: Los judíos impusieron a Jesucristo una corona de espinas punzantes.

6a. Avemaría: Los verdaderos cristianos le coronan de rosas perfumadas.

7a. Avemaría: Con la primera parte del Rosario se coloca en la cabeza de María la primera corona que es la de Esposa o corona de excelencia.

8a. Avemaría: Con  la segunda parte, la segunda corona que es la de Conquistadora o corona de poder.

9a. Avemaría: Con la tercera parte, la tercera corona que es la de Soberana o corona de bondad.

10a. Avemaría: Hay también tres coronas para quien reza el Rosario todos los días: corona de gracia, corona de paz, corona de gloria, en esta vida, en la muerte y en la eternidad.

 

5°. Padrenuestro: El Rosario es un compendio misterioso de las más hermosas oraciones de la Iglesia.

1a. Avemaría: El Credo es la síntesis del Evangelio.

2a. Avemaría: Es la oración de los creyentes.

3a. Avemaría: Es el escudo de los soldados de Jesucristo.

4a. Avemaría: El Padrenuestro tiene por único autor a Jesucristo.

5a. Avemaría: Es la oración que El dirigía a su Padre para obtener del mismo cuanto deseaba.

6a. Avemaría: Es una oración que contiene tantos misterios como palabras.

7a. Avemaría: Es una oración que contiene todos nuestros deberes para con Dios.

8a. Avemaría: Es la oración que contiene cuanto debemos pedir a Dios.

9a. Avemaría: Es la oración desconocida y muy mal recitada por la mayoría de  los cristianos. 10a. Avemaría: Paráfrasis del Padrenuestro.

 

6°. Padrenuestro: El Rosario contiene la salutación angélica, la oración más agradable que podemos dirigir a la Santísima Virgen.

1a. Avemaría: El Avemaría es un divino cumplido que conquista el corazón de María.

2a. Avemaría: Es el cántico del Nuevo Testamento que entonan los fieles al salir de la esclavitud del demonio.

3a. Avemaría: Es el cántico de los ángeles y de los santos del cielo.

4a. Avemaría: Es la oración de los predestinados y de los católicos.

5a. Avemaría: Es una rosa misteriosa que alegra a la Santísima Virgen y al alma del creyente.

6a. Avemaría: Es una piedra preciosa que embellece y santifica al alma.

7a. Avemaría: Es una valiosa moneda con la que se compra el cielo.

8a. Avemaría: Es la oración que distingue a los predestinados de los réprobos.

9a. Avemaría: Es el terror del demonio, el golpe que lo fulmina, el clavo de Sísara que le atraviesa el cráneo. 10a. Avemaría: Paráfrasis del Padrenuestro.

 

7°. Padrenuestro: El Rosario es la síntesis maravillosa de los misterios de Jesús y de María, en los que se recuerda su vida, pasión y gloria.

1a. Avemaría: La desgracia y perdición de los hombres provienen de la ignorancia y olvido de los misterios de Jesucristo.

2a. Avemaría: El Rosario nos hace conocer y recordar los misterios de Jesús y de María para ponerlos en práctica.

3a. Avemaría: El anhelo más vivo de Jesucristo era y es que nos acordemos de Él; para ello instituyó la Santa Misa.

4a. Avemaría: Después de la Santa Misa, el Rosario es la acción y plegaria más santa que podamos realizar, porque es memorial y celebración de cuanto ha hecho y padecido por nosotros Jesucristo.

5a. Avemaría: El Rosario es la oración de los ángeles y de los santos en el cielo, ocupados como están en celebrar la vida, muerte y gloria de Jesucristo.

6a. Avemaría: Recitando el Rosario celebramos en un día o en una semana todos los misterios que la Iglesia celebra a través del año para la santificación de sus hijos.

7a. Avemaría: Quienes rezan el Santo Rosario todos los días participan en las acciones de los santos del cielo -como si estos fueran aún capaces de merecer- ya que los creyentes hacen en la tierra lo que realizan los santos en el cielo.

8a. Avemaría: Los misterios del Rosario son como espejos en los que los predestinados ven sus propios defectos y como antorchas que les guían por esta tierra de tinieblas.

9a. Avemaría: Son las fuentes de agua viva del Salvador a donde se acercan alegres los elegidos para sacar las aguas salvadoras de la gracia.

10a. Avemaría: Son las quince  gradas del templo de Salomón y los quince escalones de la escala de Jacob, por donde bajan y suben los ángeles y los predestinados suben al cielo.

 

8°. Padrenuestro: El Rosario es el árbol de vida que produce frutos maravillosos durante todo el año:

1a. Avemaría: El Rosario ilumina a los pecadores enceguecidos y endurecidos.

2a. Avemaría: Convierte a los herejes obstinados.

3a. Avemaría: Libra a los encarcelados.

4a. Avemaría: Cura a los incurables.

5a. Avemaría: Enriquece a los pobres.

6a. Avemaría: Fortalece a los débiles.

7a. Avemaría: Consuela a los afligidos y agonizantes.

8a. Avemaría: Reforma a los religiosos relajados.

9a. Avemaría: Detiene el azote de la cólera divina. 10a. Avemaría: Hace perfectos a los justos.

 

9°. Padrenuestro: El Rosario es una práctica autorizada por Dios con multitud de milagros:

1a. Avemaría: Milagros para la conversión de los pecadores.

2a. Avemaría: Para la conversión de los herejes.

3a. Avemaría: Para la curación de toda clase de enfermedades.

4a. Avemaría: Para los agonizantes.

5a. Avemaría: Para la santificación de las personas piadosas.

6a. Avemaría: Para la liberación de las almas del Purgatorio.

7a. Avemaría: Para la aceptación en la cofradía.

8a. Avemaría: Para la procesión del Santo Rosario y el aceite de la lámpara del Rosario.

9a. Avemaría: Para su devota recitación.

10a. Avemaría: Para llevarlo consigo devotamente.

 

10°. Padrenuestro: El Rosario es una práctica muy excelente, pues, ha sido instituido por fines nobilísimos: la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.

1a. Avemaría: Al inscribirse en la cofradía, para fortificar admirablemente la unión que se logra con millones de hermanos y hermanas.

2a. Avemaría: Para recordar incesantemente los misterios de Jesús y de María.

3a. Avemaría: Para alabar día y noche  en todo lugar del universo, lo que no puede realizar uno solo.

4a. Avemaría: Para agradecer al Señor por todas las gracias que nos concede a cada instante.

5a. Avemaría: Para pedirle perdón  en todo momento de las faltas cometidas.

6a. Avemaría: Para fortalecer nuestra plegaria por la unión con los demás.

7a. Avemaría: Para ayudarnos mutuamente en la hora de la muerte, hora tan peligrosa, difícil e importante.

8a. Avemaría: Para que en la hora del juicio nos sintamos apoyados por tantos abogados como cofrades hay del Rosario.

9a. Avemaría: Para ser aliviados después de la muerte y liberados prontamente de las penas del Purgatorio mediante las misas y ofrendas ofrecidas por los difuntos.

10a. Avemaría: Para conformar un ejército en orden de batalla a fin de destruir el reino del demonio e implantar el de Jesucristo.

 

11°. Padrenuestro: El Rosario encierra un tesoro de indulgencias concedidas a porfía por los Sumos Pontífices:

1a. Avemaría: Indulgencia plenaria de las estaciones de Roma y de Jerusalén, comulgando en determinados días.

2a. Avemaría: Indulgencia plenaria al ingresar en la cofradía.

3a. Avemaría: Indulgencia plenaria al momento de morir. 4a. Avemaría: Indulgencia por el rezo del Rosario.

5a. Avemaría: Indulgencia plenaria  para quienes hacen recitar el Rosario.

6a. Avemaría: Indulgencia plenaria para quienes comulguen en la Iglesia del Rosario el primer domingo de cada mes.

7a. Avemaría: Indulgencia por la procesión.

8a. Avemaría: Indulgencia para quienes hacen celebrar la Misa del Rosario.

9a. Avemaría: Indulgencia por ciertas obras de piedad.

10a. Avemaría: Indulgencia para quienes no puedan visitar la iglesia del Rosario, comulgar, ni asistir a la procesión.

 

12°. Padrenuestro: El ejemplo de los santos demuestra el valor del Rosario.

1a. Avemaría: Santo Domingo, su autor.

2a. Avemaría: El Beato Alano de la Rupe, su restaurador.

3a. Avemaría: Los hermanos Predicadores, sus propagandistas.

4a. Avemaría: Entre los Papas: Pío V, Inocencio III, Bonifacio VIII… que lo hicieron bordar en satín.

5a. Avemaría: Entre los Cardenales, San Carlos Borromeo. 6a. Avemaría: Entre los Obispos, San Francisco de Sales.

7a. Avemaría: Entre los religiosos, San Ignacio, San Felipe Neri, San Félix de Cantalicio.

8a. Avemaría: Entre los reyes y reinas, San Luis, Felipe I de España, la reina Blanca de Castilla.

9a. Avemaría: Entre los sabios, San Alberto Magno, Navarro, etc.

10a. Avemaría: Entre los más devotos: Sor María de la Encarnación, célebre mujer piadosa de Roma.

 

13°. Padrenuestro: La derrota de los enemigos del Rosario demuestra la gloria del mismo

1a. Avemaría: Los que lo descuidan.

2a. Avemaría: Los que rezan con tibieza y falta de atención. 3a. Avemaría: Los que rezan de carrera y por rutina.

4a. Avemaría: Los que lo rezan en pecado mortal sin arrepentirse.

5a. Avemaría: Los que lo rezan por hipocresía y sin devoción alguna.

6a. Avemaría: Los críticos que tratan de destruirlo solapadamente.

7a. Avemaría: Los impíos que lo atacan en sus discursos.

8a. Avemaría: Los cobardes que, luego de abrazarlo, lo abandonan.

9a. Avemaría: Los herejes que lo combaten y calumnian.

10a. Avemaría: Los demonios que lo atacan y destruyen con mil artimañas.

 

14°. Padrenuestro: Solución a las dificultades que herejes, críticos, libertinos, negligentes e ignorantes, esgrimen ordinariamente para destruirlo o no recitarlo.

1a. Avemaría: El Rosario -dicen- es una práctica nueva.

2a. Avemaría: Es un invento de  los religiosos para obtener dinero

3a. Avemaría: Es una devoción para mujercillas que no saben leer.

4a. Avemaría: Es una superstición, pues, se ora por recompensa.

5a. Avemaría: Mejor sería rezar los Salmos penitenciales.

6a. Avemaría: Mejor sería dedicarse a la meditación.

7a. Avemaría: Es una oración demasiado larga y cansona.

8a. Avemaría: Podemos salvarnos sin rezar el Rosario.

9a. Avemaría: Si lo dejamos, pecamos.

10a. Avemaría: Es cosa buena, pero no tengo tiempo de rezarlo.

 

15°. Padrenuestro: Cómo rezar bien el Rosario.

1a. Avemaría: Hay que rezarlo con recta intención, sin apego al pecado mortal.

2a. Avemaría: Santamente y sin mala intención.

3a. Avemaría: Atentamente y sin distracciones.

4a. Avemaría: Lenta y pausadamente.

5a. Avemaría: Devotamente, meditando los misterios.

6a. Avemaría: Modestamente, arrodillado o de pies.

7a. Avemaría: Íntegramente, no a medias, y todos los días.

8a. Avemaría: En secreto, cuando uno lo recita solo.

9a. Avemaría: Públicamente, a dos coros.

10a. Avemaría: Constantemente hasta la muerte.

 

16°. Padrenuestro: Métodos para rezar el Rosario.

1a. Avemaría: Se lo puede rezar recitando simplemente un Padrenuestro, 10 Avemarías con la enunciación del misterio.

2a. Avemaría: Se pueden añadir algunas palabras a la enunciación del misterio.

3a. Avemaría : Se puede hacer una corta ofrenda en cada decena.

4a. Avemaría: Se la puede hacer larga y prolongada.

5a. Avemaría: Se puede formular una intención especial en cada Avemaría.

6a. Avemaría: Se lo puede recitar interiormente sin pronunciar palabras.

7a. Avemaría: Se puede hacer una genuflexión en cada Avemaría.

8a. Avemaría: Se  puede hacer también una postración.

9a. Avemaría: Se puede añadir un golpe de disciplina.

10a. Avemaría: Se puede recordar a los Santos, en cada decena, según la inspiración del Espíritu Santo, y combinar algunos de los métodos reseñados.


[1] Tomado del «Cuaderno de Sermones» del Misionero estos enunciados dan pie para una catequesis completa sobre el Rosario.

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