Tal vez alguno se acuerde de una crónica de hace dos años, del 2021, en que les contaba que nuestro trabajador, el “Ñata”, vino un día a la oficina parroquial a decirme totalmente decidido de que se quería casar. Cuando yo le pregunté si ya tenía con quien casarse, me contestó, con su gran simplicidad de siempre, que no tenía todavía con quién, pero que quería casarse. Esto me causó mucha gracia, pero en la simplicidad de nuestro “Ñata”, que ya nos tiene acostumbrados a salidas como éstas, me pareció muy sincero. Es decir, el venía a que yo le ayude a encontrar “con quien”. Esto es muy común para estas culturas, donde generalmente los casamientos se arreglan. Los familiares del novio, el papá o los tíos varones, lo acompañan al muchacho a la casa de la candidata, para pedir la mano, y hacer todos los trámites del pago de la dote, etc. Entonces el Ñata buscaba ese apoyo que se busca en los parientes, que el no tiene.
Yo les conté a ustedes esta anécdota de nuestra vida cotidiana en Tanzania, una historia de las que suceden en la oficina parroquial. Pero la verdad que no esperaba que Ñata consiguiera con quien casarse, pues ya es un poco mayor, y tiene un discapacidad en un brazo, y podemos decir, que es demasiado simple o limitado en su inteligencia.
Humanamente hablando, era muy difícil que encontrara con quien casarse. Pero si uno mira sus virtudes y talentos, es un hombre que es dócil a lo que le decimos, es muy noble y amigo, está siempre en las buenas y en las malas con nosotros. Hace muchos años que comenzó a trabajar con nosotros, y actualmente defiende todas las cosas de los misioneros como si fueran de él. El vivió en nuestro terreno cuando no teníamos nada todavía, en una pequeña choza de chapas, para cuidar las herramientas y materiales al inicio de la construcción. Es así que se ganó un lugar de confianza entre nosotros.
Pero luego de aquella crónica, mucha gente comentaba cosas como esta: “vamos a rezar, para que Ñata se pueda casar”. Y es increíble el poder de las oraciones… pues finalmente, ¡se casó!
Hace más de un año llegó a la parroquia una mujer que quedó viuda, y tiene cuatro hijos. Venía sin absolutamente nada, y en una miseria total, a pedir ayuda. Nosotros la ayudamos durante un tiempo con comida y la ayuda económica para la atención médica del dispensario, y para compar ropa y elementos de la casa. Pero habían conseguido para vivir una pequeña choza de barro y paja junto a un sembrado de arroz. Como el lugar era inhóspito y peligroso a la vez, por los animales salvajes, pero también por posibles agresores sabiendo que se trataba de una mujer sola con sus hijos pequeños, decidimos buscarle un lugar donde vivir.
Dios es Providente especialmente con los que más lo necesitan, y encontramos un donante para poder comprarles un terrenito y construírles una casa simple, pero buena y segura. También pudimos comprarles una parcela para que puedan cultivar, y les ayudamos a alquilar un terreno para cultivar todo lo que necesitaba la familia para comer.
Bueno, y aquí en nuestra misión, parece que Ñata y Lea se conocieron, y luego fueron haciendo todos los trámites para casarse. Vinieron a anotar el matrimonio, hicieron el cursillo prematrimonial, y hace un par de semanas… ¡se casaron en nuestra parroquia de Ushetu! Tambien los ayudamos con algo de dinero para los festejos, que en estos lugares es algo importante hacerlos, pues sino es una especie de humillación ante la sociedad, como si fueran personas que no tienen qué comer. Por eso los ayudamos, incluso con algunas cosas de la parroquia para que pudieran hacer la fiesta en la casa. Los casó el P. Pablo Folz, y los padrinos de casamiento fueron el catequista Angelo con su esposa Teresia.
Vuelvo a destacar el valor de las oraciones de todos ustedes. Y cómo esas oraciones a veces vencen hasta las pocas fuerzas y esperanzas del misionero. Ustedes pueden lograr hasta lo que nosotros no esperamos o juzgamos como muy difícil. Muchas veces les he dicho que los principales beneficiados con las crónicas somos nosotros, pues logro que ustedes nos tengan muy presentes e las oraciones.
Hace un tiempo recibí algunos videos de niños y niñas de Santiago del Estero, en Argentina, que rezan por nosotros, que piden por nosotros en el rosario, y cuando van a visitar a Jesús en el Sagrario. Me parece increíble, y debe ser por las oraciones de tantos niños, jóvenes, adultos, ancianos, y enfermos, que rezan por nosotros, que en nuestra misión suceden cosas increíbles, conversiones de paganos, y el regreso de tantas almas a la fe.
Gracias a las oraciones de las hermanas contemplativas y de nuestros monjes. Por la fuerza de la gracia que nos obtienen con sus oraciones y sacrificios, es que nuestra misión crece y sigue adelante día a día… ¡Firmes en la brecha!
Muchas gracias, y sigan siempre recordándo nuestra misión de Tanzania en sus oraciones, y también seguirán rezando por el matrimonio de Ñata y Lea y por toda la familia… y los “ñatitos” que vendrán.
P. Diego Cano, IVE
Comentarios 8
Que tierna historia! Pero que buen mansaje para aquellos que dicen ” no puedo ayudar en nada” porque la oración es la más grande ayuda que podemos brindar. Gracias padre Diego, Dios los bendiga siempre 🙏🙏🙏
Gracias padre por ese comentario. Verdaderamente es una gota de gracia y dulzura en estos tiempos tan difíciles. Así como ustedes continúan con la fuerza de nuestras oraciones, del mismo modo sus “noticias” de Tanzania nos empujan a seguir en el camino de Jesús. Gracias, un abrazo gigante desde Sgo del Estero en Argentina.
Para Dios todo es posible. Felicidades Padre lindo testimonio de perseverancia tanto en las buenas como en las malas hay que estar con intimidad para poder hacer la voluntad divina de Dios.
Siempre pido por los misioneros en mis oraciones. Que Dios los siga bendiciendo 🙏‼️
Hermosa historia. Hermoso testimonio de amor en acción. Gracias Padre Diego por tu misión. En oración por ustedes. Dios los bendiga enormemente.
P. Diego, ud, los misioneros en Tanzania y todos los sacerdotes católicos están cada día presentes en el tercer Misterio de mi Rosario.
Pido a Dios para ustedes su amorosa protección en cada uno de los lugares donde desarrollan su ministerio tan trabajoso por las condiciones climáticas y la presencia de animales feroces.
La historia del Ñata me agradó mucho, siempre espero un comentario suyo.
Desde Perú un abrazo fraterno para todos ustedes.
Bendiciones…
Que belleza!!! 1. La donación de sí, que hacen todos los misioneros.
2.la obra que realizan en tierras africanas, cumpliendo el mandato de Nuestro Señor.
3. El amor con el que cuidan a su comunidad.
4. El amor y compromiso de quienes con su oración acompañan a cada misionero y en general a la Iglesia.
5. Hacer parte de este regalo inmenso y maravilloso que es nuestra santa madre Iglesia.
Gracias Padre por permanecer fiel al llamado porque hace visible la ternura de nuestro Dios.
Un saludo desde Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias