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Les compartimos el inspirador testimonio Suhail Abu Daoud, quien reflexiona sobre la situación que les toca vivir después de 60 días de Guerra.
Hola a todos, Hoy es el día 60 de esta guerra y estoy explicando nuestra triste situación en la ciudad de Gaza.
Hoy hemos celebrado la memoria de Santa Bárbara, la mártir.
Así que hicimos el postre tradicional que lleva el mismo nombre “Bárbara”.
Desde el 7 de octubre, cuando empezó la guerra, empezamos a vivir de otra manera.
El 19 de octubre, cuando se produjo el ataque a la iglesia ortodoxa en nuestra ciudad, murieron 17 cristianos y otros 4 fallecieron en los días siguientes, por lo que muchas personas de nuestra comunidad cristiana perdieron a sus familiares, alguien perdió a sus padres y otro perdió a sus hijos.
Antes de esta guerra, todos los cristianos de Gaza éramos 1.017 personas… ahora han muerto 21… ¡es una proporción enorme! El 2% de nuestra comunidad cristiana ha muerto en dos meses.
Y después de eso, vimos que nuestros hogares han sido destruidos y devastados.
Y muchos hogares han sido robados por ladrones.
Ahora, no tenemos nada que poseer, excepto nuestra iglesia en la parroquia, es nuestro primer y último hogar, la iglesia es el hogar de la paz y el amor.
Después de estos terribles hechos, empezamos a vivir de forma diferente y a pensar de otra manera, vivimos como una sola familia en nuestra santa parroquia porque en estas duras condiciones tenemos que estar unidos y ayudarnos unos a otros.
Como Jesús ayudó y sirvió a sus discípulos.
En la parroquia, estamos sufriendo para costear muchas cosas porque no hay nada disponible todo el tiempo como comida, agua, trigo para hornear pan y gasolina para encender el generador para nuestras necesidades diarias.
En nuestra vida diaria durante la guerra en la parroquia, escuchamos fuertes sonidos de fuego cruzado a nuestro alrededor o cerca de nosotros, esos momentos son tan aterradores y espantosos.
Todos los días oímos el ruido de las bombas y el estruendo de los cohetes en los alrededores de la iglesia.
Por eso, incluso en nuestra comunidad cristiana, hay quienes han empezado a pensar en emigrar a otro país para tener una mejor calidad de vida.
Por suerte, la semana pasada hubo 5 días de alto el fuego, de tregua, así que pudimos salir a ver cómo había quedado la ciudad de Gaza y algunas personas fueron a revisar sus casas para llevarse cosas importantes, como ropa.
Sentí un sentimiento de tristeza y decepción por no poder volver a visitar mi casa y revisarla porque ya no tengo un hogar donde vivir y quedarme.
Pero en todos los casos, ponemos todas nuestras circunstancias y preocupaciones en las manos de nuestro Señor y estamos seguros de que Él nos rescatará y nos dará su mano para ayudarnos en estas situaciones peligrosas en Gaza.
Creo firmemente que nuestro Dios Jesús nos ha dado un hogar duradero que es “La Santa Iglesia”, que nunca será destruida o dañada porque es el hogar de Dios. Ella es el lugar donde nos encontramos con Él y donde aprendemos de su enseñanza el camino al Cielo. Como dice el Card. Robert Sarah: la iglesia no ha sido hecha para escuchar sino para enseñar.
Suhail Abu Daoud, Parroquia de la Sagrada Familia de Gaza. 5 de diciembre de 2023″
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