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¡Mi Señor Jesús, Vos estáis en la Santa Eucaristía! ¡Vos estáis ahí, a un metro de mí, en ese Tabernáculo! ¡Vuestro Cuerpo, vuestra Alma, vuestra Humanidad, vuestra Divinidad, vuestro Ser enteramente está ahí, en su doble Naturaleza! ¡Qué cerca, Dios mío, mi Salvador, Jesús mío, mi Hermano, mi Esposo, mi Bienamado!… ¡Vos no estabais más cerca de la Santa Virgen durante los nueve meses que ella os llevó en su seno que lo estáis de mí cuando os depositáis sobre mi lengua en la Comunión! ¡Vos no estabais más cerca de la Santa Virgen y de San José en la gruta de Belén, en la casa de Nazaret, en la huida a Egipto, durante todos los instantes de aquella divina vida de familia, que lo estáis de mí en este momento y tan frecuentemente en este Tabernáculo! ¡Santa Magdalena no estaba más próxima a vuestros pies en Betania que lo estoy yo al pie de este altar! ¡Vos no estabais más cerca de los Apóstoles cuando estabais sentado en medio de ellos que lo estáis de mi alma, Dios mío!… ¡Qué dichoso soy! Estar solo en mi celda y conversar con Vos en el silencio de la noche es agradable, Señor mío, y Vos estáis ahí como Dios, así como por medio de vuestra gracia; sin embargo, quedarme en mi celda cuando podría estar delante del Santo Sacramento, es hacer como si Santa Magdalena, cuando estabais en Betania, os dejase solo…, para ir a pensar en Vos, sola en su habitación… Besar los lugares que habéis santificado en vuestra vida mortal, las piedras de Getsemaní y del Calvarlo, el suelo de la Vía Dolorosa, las olas del mar de Galilea, es dulce y piadoso, Dios mío; pero preferir esto a vuestro Tabernáculo es separarme de Jesús vivo a mi lado, dejarle solo e irme solitario a venerar piedras muertas donde Él no está; es dejar la habitación donde Él está y su divina compañía, para ir a besar el suelo de una habitación donde Él estuvo, pero en donde ahora no está… Dejar el Tabernáculo para ir a venerar las estatuas, es dejar a Jesús vivo cerca de mí e ir a otra habitación para saludar a su retrato…
Cuando se ama, ¿no encontramos perfectamente empleado todo el tiempo pasado al lado del amado? ¿No es éste el tiempo mejor empleado, salvo aquel donde la voluntad, el bien, del ser amado nos llama por otra parte?
«Allí donde está la Santa Hostia está Dios vivo; es tu Salvador, tan real como cuando Él vivía y hablaba en Galilea y en Judea, y como está ahora en el cielo… No pierdas jamás una Comunión por tu culpa: una Comunión es más que la vida, más que todos los bienes del mundo, más que el universo entero; es Dios mismo, soy Yo, Jesús. ¿Puedes preferir cualquier otra cosa? ¿Puedes, si me amas aunque sea poco, perder voluntariamente la gracia que Yo te hago de entrar en ti? ¡Ámame con toda la profundidad y toda la sencillez de tu corazón!…».
Comments 7
Es el amor de todos los amores, el que palpita por mi y me llama para hacer una verdadera adoradora en espiritu y verdad.
“Que me besen los Besos de Tu Boca” así comienza el Libro del Cantar de Los Cantares; y francamente cuando Dios se nos Da para que le recibamos mediante El Sacramento por Excelencia, recibimos de Él más que un Beso.
Él se nos Da por Entero 🙏
Señor y Dios mío que mi corazón esté abierto siempre para recibirte a Ti y te quedes a vivir en el ❤️
Señor tu das tú inmenso amor en cada ofrenda y sacrificio delante del padre por amor a él y a nosotros tu amor es incomparable tu amor es profundo y maravilloso que lo da todo sin condiciones aún que seamos inmerecidos a tú divino amor como no recibir te dentro de mí como quisiera guardarte dentro de mi alma pero tú sabes y nos conoces como somos de débiles y te perdemos en nuestra debilidad de ser humano pero a pesar de nuestra
fragilidad siempre estás en el sagrario esperándonos para una nueva oportunidad sin juzgando nos como nosotros
BENDITO ALABADO Y ADORADO SEA JESÚS EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR.
AMÉN 💥💖💥🙏🙏🙏
JESÚS, MI DUEÑO AMADO. QUÉ DELICIOSO BANQUETE NOS OFRECES AL RECIBIRTE COMPRIMIDO EN LA SANTA HOSTIA. TODO TU AMOR TU DIVINIDAD TU FUERZA TU INFINITA BONDAD. JESÚS SACRAMENTADO TE AMO SEÑOR, MI MAESTRO,MI HERMANO, MI AMIGO. GRACIAS! POR QUEDARTE CON NOSOTROS! SEA POR SIEMPRE BENDITO Y ALABADO JESÚS SACRAMENTADO! MI DULCE AMOR, QUIÉN POR TI MURIERA! AMÉN!
Hermoso Sagrario dónde habita el Rey de Reyes, el dueño de mi corazón, el Salvador del mundo, el Maestro del amor, de la verdad y de la vida. No quiero separarme de tu presencia y aunque la eucaristía me permite tenerte conmigo, quiero acompañarte porque hay quienes no pueden hacerlo y lo desean con fuerza y devoción. Además por aquellos que no te acompañan, aunque te conocen. Así es el ser humano. Te amo mi Señor y Dios mio!!!.