Via Crucis del Sagrado Corazón de Jesús

San Juan Pablo II rezaba el santo via crucis todos los viernes del año, sin dejar de hacerlo aún estando de viaje, o enfermo o muy agotado por las tareas pastorales. Imitemos su ejemplo sabiendo que la meditación de la Cruz es la mejor escuela de todas las virtudes. Pidamos al Sagrado Corazón la gracia de vivir el santo via crucis desde su Corazón y desde el de su Santísima Madre.

† Señal de la Cruz

Al Corazón Inmaculado de María contemplamos acompañando al Corazón de su Hijo, camino al Calvario. Reconocemos que somos pecadores, y pedimos al Señor la gracia del perdón, para poder acompañar a la Virgen en la senda del dolor, y poner totalmente nuestra confianza en el buen Amigo Jesús, que por nosotros da la Vida.

Acto de contrición

I Jesús es condenado a muerte

El Corazón de Cristo, lleno de misericordia, no encuentra misericordia y lo condenan. Tras un juicio inicuo, Pilato se lava las manos y lo entrega a la multitud para que lo crucifiquen.

Corazón de Jesús abandonado por sus amigos.

Corazón de Jesús despreciado y humillado.

II Jesús carga con la cruz

El Corazón de Jesús, carga sobre sí nuestros pecados. No podríamos soportar el peso de nuestras culpas, por eso él lo carga sobre sus espaldas por puro amor.

III Jesús cae por primera vez

El Corazón de Cristo, nos muestra que asume todo lo nuestro, incluso nuestras caídas. Él se levanta y continúa el camino hacia el Calvario, para que nosotros no caigamos en la desesperanza.

IV Jesús se encuentra con su madre en el camino del dolor

El Sagrado Corazón coronado de espinas y sangrando, se encuentra con el Corazón Inmaculado de su Madre, atravesado de dolor. Dos corazones que caminan la misma senda de la Pasión.

V El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz

El Corazón de Cristo que carga con nuestras miserias, quiere ser ayudado por el Cirineo. Un gesto tan humano, para mostrarnos un Amor tan divino.

VI La Verónica enjuga el rostro de Jesús.

El Corazón desfigurado por la violencia de quienes lo llevan a crucificar, encuentra la dulzura de una mujer que seca su rostro. Verónica muestra su ternura, y en el velo, grabado, va el amor de tu rostro salvador.

VII Jesús cae por segunda vez

El Corazón de Jesús, nuevamente cae por tierra. La debilidad humana, se impone, y vuelve a caer Jesús. Él se humilla, para que nosotros podamos levantarnos de la vergüenza de nuestros pecados.

VIII Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén.

El Corazón de Cristo, comprende los corazones de las mujeres que lloran por Él. Jesús es misericordioso y compasivo, y bendice las lágrimas de las madres por sus hijos.

IX Jesús cae por tercera vez

Corazón divino, Corazón humano, vuelves a caer, para levantarnos de nuestro barro. Tu debilidad es nuestra fuerza, tu cansancio nuestra esperanza.

X Jesús es despojado de sus vestiduras

Corazón Sagrado, humillado en tu desnudez. Te arrancan las vestiduras, y vuelven a abrir tus heridas. Tu cuerpo expuesto, nos habla del amor del amigo que se entrega por todos nosotros.

XI Jesús es clavado en la cruz

Corazón de Cristo, crucificado por nuestro amor. El Amor de tu entrega hace, que levantado sobre la tierra atraigas a todos hacia Ti. Jesús, en tu agonía, libéranos con tu bendición de nuestros miedos e inseguridades.

XII Jesús muere en la cruz

Jesús muere, y muriendo nos perdona y nos da a su Santísima Madre. Sufre los mayores abandonos interiores para darnos las fuerzas necesarias para que podamos caminar en la oscuridad de nuestra fe. Muere con la cabeza inclinada y los ojos vueltos hacia nosotros para decirnos que nos perdona y nos ama. Hacemos un momento de silencio como acto de desagravio al Corazón de Jesús entregado por nuestro amor.

  XIII Jesús es bajado de la cruz y yace en brazos de su Madre

El Corazón de Jesús traspasado por amor al Padre y por nuestra salvación, es puesto en el regazo de María. Ella en silencio llora y contempla el Cuerpo deshecho, hostia pura e inmaculada inmolada por pura misericordia.

XIV El cuerpo de Jesús es puesto en un sepulcro nuevo.

El Corazón de Cristo es depositado en el sepulcro. Contiene en sí la fuerza de la Vida Nueva. María y quienes lo acompañaron en el camino del Calvario, velan serenamente esperando el amanecer glorioso de la Resurrección.

Rezamos un Credo por las Intenciones del Sumo Pontífice y para ganar las Indulgencias plenarias de este Via Crucis.

V: Cristo se hizo obediente hasta la muerte.

R: Y muerte de Cruz.

† El Señor nos bendiga, nos libre de todo mal y nos lleve a la vida eterna. Amén.