EL CAMBIO CLIMÁTICO ES LA NUEVA PANDEMIA, EMPIECEN LAS LISTAS DE PROSCRIPCIÓN. Como muchos otros científicos, el físico Clauser, que fue galardonado el pasado otoño, no cree que el calentamiento esté provocado por el hombre y que el CO2 sea perjudicial para el medio ambiente. El FMI canceló su discurso con un correo electrónico.
[MADDALENA LOY- La Verità].
El Premio Nobel de Física 2022, John F. Clauser, no podrá dirigirse hoy (25 de julio) al Fondo Monetario Internacional para hablar del clima. En un correo electrónico, de hecho, el FMI le informó de que la cita ya no está en el orden del día. ¿Su culpa? Refutar, datos en mano, la tesis de la emergencia climática antropogénica sobre la que cabalgan los gobiernos occidentales. Mientras tanto, se sigue alarmando sobre hospitales y salas de urgencias “colapsados” por pacientes que necesitan tratamiento debido a golpes de calor. Pero son catástrofes que no se sustentan en datos. Y que se repiten cíclicamente desde hace años.
Antes de que la comunidad científica oficial silenciara a los científicos no alineados o simplemente dudosos durante la pandemia -incluso a los más autorizados, como Luc Montagnier o John Ioannidis-, había que remontarse a los totalitarismos del siglo pasado para encontrar ejemplos flagrantes de censura como el que golpeó hace unos días al Premio Nobel de Física de 2022, John F. Clauser. El físico estadounidense, que heredó el título de la Academia de Estocolmo de manos de Giorgio Parisi, tenía previsto presentar este mismo día (25 de julio) un seminario sobre modelos climáticos en el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero su discurso fue abruptamente cancelado. La clamorosa decisión fue comunicada a Clauser el pasado jueves en un correo electrónico enviado por el director de la Oficina de Evaluación Independiente del FMI: el celoso Pablo Moreno sólo tuvo que leer el cartel que anunciaba el discurso del Premio Nobel, vía Zoom, para cancelarlo; técnicamente, quedó “aplazado” sine die.
¿Qué dijo Clauser que fuera tan grave? Sencillo: se atrevió a refutar, datos en mano, la tesis de la emergencia climática antropogénica en la que se montan los gobiernos occidentales, con la complicidad de los medios de comunicación, para tergiversar las políticas energéticas seguidas durante los últimos 70 años y sancionar el comportamiento incorrecto de los ciudadanos. El mismo guión del Covid, para entendernos.
En este caso, el Nobel 2022 rebatió categóricamente las tesis climáticas de Parisi y criticó la concesión del premio otorgado el año anterior al científico italiano y a los investigadores Syukuro Manabe y Klaus Hasselmann por su trabajo en el desarrollo de modelos informáticos que predicen el calentamiento global, equiparados a poco más que predicciones de brujos. “El discurso popular sobre el cambio climático refleja una peligrosa corrupción de la ciencia que amenaza la economía mundial y el bienestar de miles de millones de personas. La engañosa ‘ciencia del clima’ se ha transformado en un periodismo masivo de pseudociencia. A su vez – añadió el físico – la pseudociencia se ha convertido en el chivo expiatorio de una amplia variedad de otros males no relacionados. Ha sido promovida por agentes de marketing corporativo, políticos, periodistas, agencias gubernamentales y ecologistas igualmente engañosos. Los procesos clave se manipulan y amplifican al menos 200 veces”. No sólo eso, el científico le dijo al presidente estadounidense Joe Biden que no estaba de acuerdo con sus políticas climáticas. El cierre del discurso de Clauser es muy claro: “En mi opinión – aventuró el premio Nobel – no hay una crisis climática real. Sin embargo, existe un problema muy real a la hora de proporcionar un nivel de vida decente a la población mundial durante una crisis energética asociada. Este problema está siendo innecesariamente exacerbado por lo que es una ciencia climática defectuosa”.
Abran los cielos: el desconocido Pablo Moreno no pareció aprovechar la ocasión para censurar al “negacionista” Clauser. El FMI, socio del Foro Económico Mundial de Klaus Schwab, es un organismo público internacional que concede préstamos a los Estados miembros en caso de desequilibrio de la balanza de pagos. El Fondo suscribe plenamente la narrativa oficial sobre el cambio climático y persigue la mitigación del CO2 pidiendo un impuesto sobre el carbono para 2030 para las empresas de los “grandes países emisores de carbono”. Una postura diametralmente opuesta a la de Clauser, que recientemente se convirtió en miembro del consejo de la Coalición CO2, una organización que defiende que las emisiones de dióxido de carbono son beneficiosas para la vida en la Tierra. Según el FMI, dirigido por la búlgara Kristalina Georgieva, el cambio climático es “una grave amenaza para el crecimiento y la prosperidad a largo plazo y tiene un impacto directo en el bienestar económico de todos los países”. ¿A qué se arriesgan quienes refutan estas teorías? El mismo castigo feroz que sufrieron hace 90 años los doce profesores universitarios italianos (de un total de 1225) que no aceptaron firmar el Real Decreto nº 1227, cuyo artículo 18 obligaba a los profesores a jurar devoción “a la Patria y al régimen fascista”: censura y despido.
Por si aún no estuviera claro lo que está ocurriendo con la libertad de pensamiento en el mundo occidental, y por si no bastaran los grotescos desvaríos de Angelo Bonelli y Alfonso Pecoraro Scanio, así como las proclamas de Maurizio Molinari (perdiodistas italianos que promueven el pánico climático), basta con cruzar el océano para comprobar hasta qué punto el dogma climático hace ahora proselitismo: En Estados Unidos, se están elaborando listas de los diez principales “negacionistas del clima”, listas de proscripción no muy diferentes de la lista “Putinversteher” ideada por Gianni Riotta, mientras que las universidades están organizando campus de verano sobre noticias falsas sobre el clima para los estudiantes de la “generación Greta Thunberg”. Ciertamente, la (todavía) democrática América tiene algunos anticuerpos más que Italia contra la peligrosa censura que se ha instalado. El presidente Biden, tras la demanda presentada por los fiscales generales de Misuri y Luisiana junto con algunos científicos como el epidemiólogo de Stanford Jay Bhattacharya, está la mira por violar la Primera Enmienda al censurar en las redes sociales a los científicos que difundían pruebas científicas que diferían de las impuestas por el gobierno. El juez Doughty habló de un “escenario distópico” y emitió un amplio mandato judicial preliminar que, a partir de ahora, restringirá a numerosos funcionarios de la Casa Blanca y a agencias federales como Seguridad Nacional, el FBI y el CDC cualquier contacto con las plataformas sociales que permitieron esta censura. Y el senador republicano Rand Paul, cuya oficina en Kentucky fue destruida hace tres días por un oportuno incendio con daños por valor de 750.000 dólares, llegó justo a tiempo para llevar ante la justicia a Anthony Fauci, asesor científico de Biden, acusándole de mentir ante el Congreso. Aún es poco, pero el Fondo Monetario Internacional está sobre aviso.
Comentarios 7
Estoy muy agradecida con todos ustedes sacerdotes ignacianos , por tanta sabiduría a través de la oración y enseñanza de los ejercicios espirituales. .. bendiciones grandemente 🙏🏼🙏🏼🙏🏼🙏🏼
Son del IVE, no jesuitas.. Sí devotos de San Ignacio. Y amadísimas lumbreras en el mundo de hoy 🙏❣️
Gracias a la Santisima Trinidad existe esta ventana de la Voz Catolica donde se toca este tema sobre el cambio climatico sería muy importante ahondar sobre los modelos que demuestren la sobredimencion de la crisis que los
organimos que deciden la orientacion de los recursos economicos y las politicas de divulgaciones comunicacionales
a nivel global estan llevando a cabo de una manera interesada.
en la nota referida al cambio climático , quisiera saber la cita, publicación , donde están los datos . Es cierto qué hay ciclos solares y hay algunos hechos como el hundimiento del titanic que coinciden con periodos más fríos o más calurosas (Groenlandia es tierra verde, sin embargo la conocemos por ser un territorio helado ) .
La ciencia no es dueña de la verdad , camina hacia ella con imperfecciones y con hipótesis que pueden ser constratadas. Un saludo y bendiciones
Estimado, el artículo no es una hipótesis científica de lo que sucede con el cambio climático sino simplemente trata de mostrar como intereses políticos globales manipulan y censuran la ciencia para que coincidan con ciertos intereses ocultos. En este contexto, no se trata tanto de los datos científicos sino de mostrar precisamente como no se deja a la ciencia desarrollarse naturalmente a través del debate y la confrontación. Respecto a la discusión propiamente científica hay muchos especialistas que han expuesto del tema: en este sentido le aconsejo dos entrevistas en inglés: https://youtu.be/7LVSrTZDopM y https://youtu.be/9Q2YHGIlUDk. En el futuro publicaremos más sobre los “datos científicos” del clima.
Equipo Voz Católica
No es un artículo científico , pero la ciencia se basa en la evaluación por pares. Y la evidencia científica muestra qué hay un grave problema ambiental. Entonces todo cientifico que tenga una hipótesis debe someterla a una evaluación de pares y estos son los que preguntan , critican , discuten con los autores de la hipótesis hasta arribar una conclusión . aceptada o no. En este caso el premio Nobel muestra datos incorrectos como que el nivel de las aguas no sube , lo cual no es cierto
Estoy muy de acuerdo en que existe un interés global de “los grandes de este mundo” como dijo nuestro Señor, para ocultar un verdadero debate científico sobre el clima, la familia, la sexualidad, la identidad de la persona humana, para expandir a través de las redes su “pensamiento único”. En España siempre hemos vivido episodios de calor extraordinario en verano, pero ahora parece que fuera la primera vez que ocurre, incluso se favorece a través de las agencias del clima un ambiente proclive a valorar cualquier cambio del clima como evidencia del llamado ” Cambio Climático” por los poderosos. Enhorabuena por su artículo y que vengan muchos más para debatir desde la verdad de los hechos y no desde los intereses económicos de algunos. Un abrazo a Voz Católica.
Miguel.