Queridos todos,
“Nosotros, Cristianos, somos el verdadero Israel que se origina de Cristo, porque hemos salido del Corazón de Cristo como de una roca” (San Justino, Diálogo 135, 5)
Nuestro Señor le decía a Santa Margarita María: “Si supieras, le dice Jesús a sor Margarita María, cuánta sed tengo de ser amado por los hombres, no ahorrarías esfuerzos en ello… ¡Estoy sediento, ardo en deseos de ser amado!”.
¡Si pudiésemos entender a cabalidad esas palabras del Señor! Pidamos con san Ignacio “sentir y gustar internamente” la fuerza de estas verdades.
Meditemos hoy sobre los fundamentos de la devoción al Sagrado Corazón.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío!
¡Inmaculado Corazón de María, sed la salvación del alma mía!
El Detente del Sagrado Corazón como un poderoso sacramental
Más sobre el detente y como confeccionarlo
Canto al Sagrado Corazón
Reflexiones Benedicto XVI – Mes Sagrado Corazón
¡Ave María y adelante!
